domingo, 30 de mayo de 2010

Hiel

Jasmine se sentó en el balcón de su habitación a contemplar las estrellas.Hacía calor aun siendo ya pasada la media noche.
Se recogió el pelo con una gomilla y recordó porqué estaba allí.Se sentía sola y buscaba aunque fuera la compañía de seres imaginarios o hipotéticos.El silencio le inundaba el corazón a la vez que éste era ahogado por sus lágrimas.Hacía ya tiempo que sus amigas no la visitaban,hacía siglos que no se sentía reconocida en las miradas y señas de sus inseparables.Vivían dos calles al norte una,y dos calles al este la otra,y sin embargo,se hacía una masa de abismos entre ellas.Había fuerzas que le impedían a Jasmine,desde hacía tiempo,pasar siquiera,la vista por sus añorados portales.
Y se hacía el llanto.Con los pies descalzos sacados por la reja del ventanal,Jasmine,alcanzaba a tocar las hojas del naranjo y sentir la brisa,cargada de aire caliente y recuerdos que la hacían marchitarse a cada segundo.
Miró al cielo,pero éste no le dió ningún consejo.Venían las imágenes,una tras otra,como la película que te ponen de tu vida antes de morir...las vió llorando,reir,saltar,cantar,bailar,ser felices con ella.
Sintió que,efectivamente,moría...de angustia.
Se preguntaba el cómo había que sentirse cuando una persona pierde el norte,la razón.Así vagaba ella por el mundo desde hacía dos años,con luz verde intermitente,y los periodos sombríos cada vez más prolongados.
Regresó a la cama.
La brisa espesa aún le bailaba entre los pies cuando se enroscó como una gato junto a la almohada.Se dió cuenta de que,eso,era lo que habia estado haciendo cada vez que se habia sentido presa fácil del miedo o de la depresión:se escondía en su castillo cada vez más plagado de fotos de ellas,y luego,se guardaba la pena en su corazón hasta que amanecía.Nunca dejaba salir a ese monstruo,compuesto de temores y malas pesadillas,al exterior.Poco a poco fue incubando lo que luego comenzaría a infectar su alma y su espíritu cándido.
Jasmine,se quedó dormida.

lunes, 24 de mayo de 2010

Fémina afín



El hada o mujer que me turba el sueño
no es otra que una mesías
me trae el mensaje pasajero
de tu fugaz y vuelta y después:ida.

Se encorva en la esquina podrida
de ésta habitación pequeña y socorrida.
Desde hace años que quedó presa
y ahora,putrefacta, tiene la herida.

Saco,cada noche,cintas de su pelo
las mismas que me prestabas un dia.
Luego salen raíces de recuerdos
y luego;lloro, y luego...

De un espasmo me desvelo
y otra vez esas cenizas
llueven desde lo alto del techo
quedando tu faz indefinida.

¡Descúbrete!,que yo te espero
que llegas tarde a la vida
¡Háblame!, que te requiero
lejos del mundo y de la huida.

Y ni te descubres ni me hablas
ni lloras,ni me miras
ni crudo hablar de tus alas
por tu boca se divisa.
Ni me matas,ni te mato
ni volamos ya tan alto,
ni mis sueños son ya sueños...
ni la verdad es algo claro.

domingo, 23 de mayo de 2010

Menguando y creciendo están en gerundio simple



Desde siempre,desde que tengo conciencia me había sentado en el asiento del copiloto del coche de mi padre.Desde el primer día del coche nuevo,puse de escusa un mareo,una fatiga,una escusa con algunas pinceladas tenues de verdad.No me tapaba ningún asiento delantero,y,de camino a la playa,veía los campos cada vez más poblados de molinos blancos y esbeltos.
Ayer,mi padre,me dijo que no.Me echó de mi sitio,de mi asiento acomodado.Me dijo que debía acostumbrarme a no ser una consentida.La vida de estudiante que me aguardaba,decía él,era muy dura y debía empezar a no depender de ciertas cosas.

Después de mi exilio,en el asiento trasero,miré a mi hermano durante el trayecto.Esa cosa peluda,sin aparente futuro ni razón consciente,nunca había dicho de sentarse delante,nunca.¿Era más maduro que yo?
El sol le hacía tener los ojos acaramelados,y yo,mientras le miraba,concentraba todas mis fuerzas en reencarnarme en él o en convertirme en un semejante suyo de diez años.

Cuando llegamos a casa;tenía naúseas.No dije nada.Al fin y al cabo debía aprender a no hacerlo.

Estuve callada durante toda la tarde,añorando mi infancia,echando de menos ver los campos de vid a través de la luna del coche,y dándome cuenta de que me estaba haciendo mayor.

sábado, 15 de mayo de 2010

El desconsuelo


Estaba un día frente a la ventana,cuando me dí cuenta de que ya no era espíritu lumínico para tí.
La persona que conociste el primer día,cuyas palabras grababas herméticamente en tu corazón...había desaparecido.Ya no queda ni rastro de mi autoridad,ya no queda un segundo en el que me mires y sientas que yo soy una persona ajena a tí.

Ahora,debido a la unión de las partes,el todo es homgéneo.Es una unidad de azúcares concentrados.

Te diría que cada cosa llega a su tiempo,pero éste es una ilusión,como tantas otras;solo me queda decirte entonces, que cada cosa tiene su lugar.El mío está junto a tí,pero no el de mis odios o mi vulgaridad,pues éstas cosas quiero que nunca tengan lugar alguno en ésta preciada existencia.

Ojalá te pique el gusanillo,y algún día leas ésto.Descubrirás que hay cosas que crecen,y otras,como mi orgullo,que se entremezclan con las hojas muertas de un otoño tardío.He tenido que dejarlo tirado en pos de tu felicidad suprema.

Hay cosas que dejan de existir por amor al arte,otras,sin embargo,dejan sitio a otras nuevas.Mi orgullo dejó paso al amor...¿Ha dejado acaso tu amor paso al orgullo?

Carta del Jefe Seattle al presidente de los Estados Unidos


"El Gran Jefe Blanco de Wáshington ha ordenado hacernos saber que nos quiere comprar las tierras. El Gran Jefe Blanco nos ha enviado también palabras de amistad y de buena voluntad. Mucho apreciamos esta gentileza, porque sabemos que poca falta le hace nuestra amistad. Vamos a considerar su oferta pues sabemos que, de no hacerlo, el hombre blanco podrá venir con sus armas de fuego a tomar nuestras tierras. El Gran Jefe Blanco de Wáshington podrá confiar en la palabra del jefe Seattle con la misma certeza que espera el retorno de las estaciones. Como las estrellas inmutables son mis palabras.
¿Cómo se puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Esa es para nosotros una idea extraña.

Si nadie puede poseer la frescura del viento ni el fulgor del agua, ¿cómo es posible que usted se proponga comprarlos?

Cada pedazo de esta tierra es sagrado para mi pueblo. Cada rama brillante de un pino, cada puñado de arena de las playas, la penumbra de la densa selva, cada rayo de luz y el zumbar de los insectos son sagrados en la memoria y vida de mi pueblo. La savia que recorre el cuerpo de los árboles lleva consigo la historia del piel roja.

Los muertos del hombre blanco olvidan su tierra de origen cuando van a caminar entre las estrellas. Nuestros muertos jamás se olvidan de esta bella tierra, pues ella es la madre del hombre piel roja. Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el ciervo, el caballo, el gran águila, son nuestros hermanos. Los picos rocosos, los surcos húmedos de las campiñas, el calor del cuerpo del potro y el hombre, todos pertenecen a la misma familia.

Por esto, cuando el Gran Jefe Blanco en Wáshington manda decir que desea comprar nuestra tierra, pide mucho de nosotros. El Gran Jefe Blanco dice que nos reservará un lugar donde podamos vivir satisfechos. Él será nuestro padre y nosotros seremos sus hijos. Por lo tanto, nosotros vamos a considerar su oferta de comprar nuestra tierra. Pero eso no será fácil. Esta tierra es sagrada para nosotros. Esta agua brillante que se escurre por los riachuelos y corre por los ríos no es apenas agua, sino la sangre de nuestros antepasados. Si les vendemos la tierra, ustedes deberán recordar que ella es sagrada, y deberán enseñar a sus niños que ella es sagrada y que cada reflejo sobre las aguas limpias de los lagos hablan de acontecimientos y recuerdos de la vida de mi pueblo. El murmullo de los ríos es la voz de mis antepasados.

Los ríos son nuestros hermanos, sacian nuestra sed. Los ríos cargan nuestras canoas y alimentan a nuestros niños. Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben recordar y enseñar a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos, y los suyos también. Por lo tanto, ustedes deberán dar a los ríos la bondad que le dedicarían a cualquier hermano.

Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestras costumbres. Para él una porción de tierra tiene el mismo significado que cualquier otra, pues es un forastero que llega en la noche y extrae de la tierra aquello que necesita. La tierra no es su hermana sino su enemiga, y cuando ya la conquistó, prosigue su camino. Deja atrás las tumbas de sus antepasados y no se preocupa. Roba de la tierra aquello que sería de sus hijos y no le importa.

La sepultura de su padre y los derechos de sus hijos son olvidados. Trata a su madre, a la tierra, a su hermano y al cielo como cosas que puedan ser compradas, saqueadas, vendidas como carneros o adornos coloridos. Su apetito devorará la tierra, dejando atrás solamente un desierto.

Yo no entiendo, nuestras costumbres son diferentes de las suyas. Tal vez sea porque soy un salvaje y no comprendo.

No hay un lugar quieto en las ciudades del hombre blanco. Ningún lugar donde se pueda oír el florecer de las hojas en la primavera o el batir las alas de un insecto. Mas tal vez sea porque soy un hombre salvaje y no comprendo. El ruido parece solamente insultar los oídos.

¿Qué resta de la vida si un hombre no puede oír el llorar solitario de un ave o el croar nocturno de las ranas alrededor de un lago?. Yo soy un hombre piel roja y no comprendo. El indio prefiere el suave murmullo del viento encrespando la superficie del lago, y el propio viento, limpio por una lluvia diurna o perfumado por los pinos.

El aire es de mucho valor para el hombre piel roja, pues todas las cosas comparten el mismo aire -el animal, el árbol, el hombre- todos comparten el mismo soplo. Parece que el hombre blanco no siente el aire que respira. Como una persona agonizante, es insensible al mal olor. Pero si vendemos nuestra tierra al hombre blanco, él debe recordar que el aire es valioso para nosotros, que el aire comparte su espíritu con la vida que mantiene. El viento que dio a nuestros abuelos su primer respiro, también recibió su último suspiro. Si les vendemos nuestra tierra, ustedes deben mantenerla intacta y sagrada, como un lugar donde hasta el mismo hombre blanco pueda saborear el viento azucarado por las flores de los prados.

Por lo tanto, vamos a meditar sobre la oferta de comprar nuestra tierra. Si decidimos aceptar, impondré una condición: el hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos.

Soy un hombre salvaje y no comprendo ninguna otra forma de actuar. Vi un millar de búfalos pudriéndose en la planicie, abandonados por el hombre blanco que los abatió desde un tren al pasar. Yo soy un hombre salvaje y no comprendo cómo es que el caballo humeante de hierro puede ser más importante que el búfalo, que nosotros sacrificamos solamente para sobrevivir.

¿Qué es el hombre sin los animales? Si todos los animales se fuesen, el hombre moriría de una gran soledad de espíritu, pues lo que ocurra con los animales en breve ocurrirá a los hombres. Hay una unión en todo.

Ustedes deben enseñar a sus niños que el suelo bajo sus pies es la ceniza de sus abuelos. Para que respeten la tierra, digan a sus hijos que ella fue enriquecida con las vidas de nuestro pueblo. Enseñen a sus niños lo que enseñamos a los nuestros, que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, están escupiendo en sí mismos.

Esto es lo que sabemos: la tierra no pertenece al hombre; es el hombre el que pertenece a la tierra. Esto es lo que sabemos: todas la cosas están relacionadas como la sangre que une una familia. Hay una unión en todo.

Lo que ocurra con la tierra recaerá sobre los hijos de la tierra. El hombre no tejió el tejido de la vida; él es simplemente uno de sus hilos. Todo lo que hiciere al tejido, lo hará a sí mismo.

Incluso el hombre blanco, cuyo Dios camina y habla como él, de amigo a amigo, no puede estar exento del destino común. Es posible que seamos hermanos, a pesar de todo. Veremos. De una cosa estamos seguros que el hombre blanco llegará a descubrir algún día: nuestro Dios es el mismo Dios.

Ustedes podrán pensar que lo poseen, como desean poseer nuestra tierra; pero no es posible, Él es el Dios del hombre, y su compasión es igual para el hombre piel roja como para el hombre piel blanca.

La tierra es preciosa, y despreciarla es despreciar a su creador. Los blancos también pasarán; tal vez más rápido que todas las otras tribus. Contaminen sus camas y una noche serán sofocados por sus propios desechos.

Cuando nos despojen de esta tierra, ustedes brillarán intensamente iluminados por la fuerza del Dios que los trajo a estas tierras y por alguna razón especial les dio el dominio sobre la tierra y sobre el hombre piel roja.

Este destino es un misterio para nosotros, pues no comprendemos el que los búfalos sean exterminados, los caballos bravíos sean todos domados, los rincones secretos del bosque denso sean impregnados del olor de muchos hombres y la visión de las montañas obstruida por hilos de hablar.

¿Qué ha sucedido con el bosque espeso? Desapareció.

¿Qué ha sucedido con el águila? Desapareció.

La vida ha terminado. Ahora empieza la supervivencia."

FIN

jueves, 13 de mayo de 2010

martes, 11 de mayo de 2010

Martes de ceniza


Hoy he visto pasar una nube de ceniza por mi cabeza,dicen,que de un volcán.Yo he preferido pensar que eran los últimos trocitos de gentes de un pasado.Hoy han cumplido su sueño,han volado y visto el mundo como el pájaro al que ellos idolatraban.Quizás desearon un día conocer qué siente el ave,si llora ante la inmensidad o rie por su propia insignificancia ante el mundo.
Los aeropuertos han estado cerrados,y la gente,ofuscada y malhumorada durante varios dias.Es normal,no llegar a tu trabajo,o ir de vacaciones un día después,es un sacrificio y una maldición del cielo.Encima pensarán que un tal Dios les ha castigado por pecar de gula o de pensamientos impuros.Mientras tanto,mientras dura ese cabreo "justificado" ,mueren personas.Pero claro,eso,NO ES IMPORTANTE.Y lo que más me molesta es que dicen que ellos no pueden hacer nada.¿Nada?,pues menos hacen los muertos de hambre,que cuando no trabajan por comer un grano de arroz,están agonizando y convirtiéndose en polvo de nuevo.

Hoy he querido soñar despierta e imaginar que las almas de millones de personas han querido pasear por nuestro cielo.La verdad es que jode que sólo sea producto de la imaginación.Me encantaría que paseasen por éste mundo que parece ser ajeno al suyo;el mío.
Si yo fuese alma de ceniza,diría que mis orígenes están en neuronas chamuscadas de celebros de ricos y estresados empresarios,y no en seres terrestres que luchan desaforadamente a favor de la justicia humana.

lunes, 10 de mayo de 2010

El sueño


Estaba soñando.Hablaba con alguien de un tema que me interesaba,o al menos eso parecía porque tenía sensación de no parpadear con miedo de perderme detalle alguno.No había paisaje,sólo pinceladas verdes y rosas que coloreaban un fondo más bien turbio a mi visión desatenta.No ineteresaba.La otra persona era mujer.Me contaba algo que le pasó,un episodio hiriente y descorcertante.Aún no recuerdo qué rayos decía esa chica,pero era importante para ella,y amí,me tenía enganchada a la historia.A pesar de mi acostumbrada obsesión de percibir olores en sueños,ésta vez,sólo pude usar el tacto para sentir la humedad del ambiente.Juraría que estábamos de pié en un suelo imaginario e inmersas en una nube acuosa bastante espesa.Mis pestañas se humedecían,y debía secármelas con la mano si quería ver,aunque fuese,colores de acuarela.
-¡Un momento!-Recuerdo que le dije a la chica.-estoy escuchando música desde la Tierra.-
Ella me miró con nostalgia,y me dijo que ya hablábamos otro dia.

De repente;desaparecí de ése paisaje.En mi móvil sonaba la canción de alarma:"Hungry heart" de Bruce Springsteen.

Abrí los ojos,aún húmedos,y me di cuenta de que había sido la primera vez en mi vida que habia pedido permiso para salir de un sueño,y,que jamás,había estado percibiendo información sensorial de dos mundos distintos al mismo tiempo.

lunes, 3 de mayo de 2010

Una súplica terrestre


Las ramas de los árboles no son más que sus raíces en el aire.Donde esté el humano siempre es en centro,él lo domina todo;le pone nombre a las cosas.Las cosas que le tocan,que le turban,que le afectan,son las únicas que existen,no hay otras.Sin embargo,las almas que no ve,que no le soplan,que no pueden llegar a su corazón;no les importan.Alrededor de una vida,caminan unas 10.ooo secantes,paralelas,o quien sabe si coincidentes.Es sorprenderte el increible número de personas que han influido en nosotros,ya sea consciente o inconscientemente.Ellas son todas las partes de nuestro todo.

¿Alguien ha pensado alguna vez si hay vida en el núcleo terrestre?
¿Porqué nos lo creemos todo?
¿Por qué no nos creemos lo que es evidente?;somos un garbanzo en el estadio del universo,puede que haya otros garbanzos por ahi pululando.
Desde aquí,invito a toda forma de vida extrainteligente a hacerme una visita en privado,para sacarse una foto conmigo y asi demostrar de una vez,que no somos el ombligo del mundo.Quizás ellos tengan sanwicheras más eficaces u hornos ultrarápidos que hagan donuts de chocolate mejores que los terrícolas.

Por favor,son las 10 de la noche,quiero un postre.