domingo, 28 de noviembre de 2010

Por desgracia;empatía.


"Claro que todo era fácil.
Era todo amor y cariño,eran todo risas y peleas con reconciliaciones inmediatas.Era todo un sueño,un sueño que por desgracia se acaba.Una nube de flores amarillas de las que éramos abejas en busca de miel.

Ella me ha engañado,ha traicionado nuestros tratos de adolescentes enamorados.Me ha desterrado de su cálido corazón...y no lo entiendo.Nunca le levanté la palabra,nunca quise herirla,siempre actué con temblor del miedo a perderla .No sé porqué ha elegido esta solución porque es descabellada y violenta.Es arrancarnos a los dos medio cuerpo,coger los intestinos y los pulmones con una mano y luego despojarlos con el mismo ansia del que mata.Luego,ya sabes,que no podemos respirar.

Y así estoy yo,enfadado,estafado,enamorado,amandote en silencio.Me he puesto un disfraz de chico duro y remolón,pero debajo...debajo me estas acribillando con cada mirada que me dedicaste,con cada abrazo que me diste,con cada tarde que nos dedicamos a querernos,con cada sonrisa como guinda de un pastel perfecto,con cada respiración a tu lado.
No quiero llorar,eso no arreglará nada,es para nada regar la casa y sus fotos con lágrimas en vano...¡Para!,no sigas derramando esperanzas,no sigas,ella no se lo merece,te ha abandonado como a un perro.

Ahora me afeito,voy a comprar ropa,me hago fotos porque me siento con falsas ganas de todo.Estoy guapo,ella se lo pierde.Ojalá la odiase,aunque,eso es lo que estoy empezando ha hacer.No sé como pudo cambiar todo con dos palabras,ni si quiera sé dejar de decirle que la quiero.¿Qué me está pasando?Me tendré que acostumbrar a que ya no me quiera.Tendré que aprender a alejarme y volver,por el mismo camino que me llevó hasta ella."

2 comentarios:

  1. Lo que digo siempre: no hay final feliz, porque si es feliz no hay final, y si hay final, no puede ser feliz. Lo malo del fin de una relación es que no sólo aniquila el último momento de la pareja, sino que tiene efectos retroactivos: ves la inversión de horas, minutos, meses... como si de repente se hubiera podrido, como si lo bueno fuera realmente malo, como si los besos que tan ricos sabían fueran algo asqueroso y detestable.
    Odiar a quien quisimos es una etapa justificable, un mecanismo de defensa. Pero para cerrar realmente un capítulo hay que olvidarse, seguir adelante, buscar otro clavo o la ausencia de clavos y por un rato la tranquilidad del que no busca.... Entonces lo mejor es no pensar en lo que piensa aquel o aquella que dejaste atrás, si se mordería los dedos pensando en sus errores, si se sentirá desgraciado con nuestra felicidad o nuestro éxito. Olvido.
    Me encantas, niña, ya lo sabes, : ) Disfruto leyendo lo que escribes (me gusta la imagen de la nube de flores amarillas)

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