Pastillas para no soñar

Erase la lluvia resbalando por las hojas de otoño,y las lágrimas felices ,a su vez,por mis mejillas.Había una farola en esta calle que daba forma a las gotas al trasluz,yo,caminaba.Eran las dos de la mañana y a penas podía pensar con claridad.Sólo se oían pasos en la calzada y yo,intentaba eliminar cualquier sonido y cualquier roce con el asfalto...para intentar volar.Deseaba que mis pies fuesen ligeros como una idea,ágil y grácil.Caminaba sin rumbo con el pelo mojado por aquella llovizna, suave y tierna,besos al alma.Soñaba con ser ese árbol,con meterme dentro y saber qué sentía,ardía por ser una hoja seca,una persona ajena,tú,un gato.No por deseos desesperados de escape ni mucho menos...sólo quería soñar,soñar que era un todo y que ese todo me correspondía.

Te conté lo que soñaba,te conté lo que pensaba porque tú lo preguntaste.Fui recompensada con una sonrisa banal y un cumplido casi forzado.Sacaste del bolsillo unas píldoras,pastillas para no soñar.Busqué una escusa que me salvase de decirte que no,eras amable,querías curarme de ésta locura.A pesar de tu buena intención,te desobedecí,las cogí en mi mano vibrante y cobarde,hice como que me las comía y las tiré por un conducto imaginario de mi boca.Sonreíste.

Lo siento,no necesito medicamentos,te hacen enloquecer.